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viernes, 6 de diciembre de 2013

PARTICIPACIONES PREFERENTES:

¿Qué son? ¿Cuál es el problema de las participaciones preferentes?

Las participaciones preferentes son instrumentos financieros emitidos por cualquier sociedad que tienen unas características especiales. Estas características son:
    No otorgan derechos políticos al inversor (voz y voto en la junta general).
    La retribución pactada como pago de intereses se condiciona a la obtención de beneficios por parte de la sociedad emisora.
    Son instrumentos sin vencimiento determinado o indefinido, aunque el emisor se suele reservar el derecho de cancelación a partir del quinto año.
En el caso de concurso de acreedores, la posición del inversor se encuentra justo delante de los accionistas si los hubiera.

Como vemos por las características que tienen, se pueden definir como un producto híbrido entre la renta fija y variable, dado que no son deuda exigible al no tener vencimiento determinado como las obligaciones, pero tampoco se pueden considerar acciones al carecer de lo derechos políticos intrínsecos de las mismas.
Esto es lo que ha provocado los problemas, ya que estas inversiones no tienen ningún respaldo ni legal ni económico.
Los inversores, a causa de la información sesgada que recibían invertían creyendo que de un deposito fijo se trataba.
En el momento en el que quisieron recuperar su dinero,
 vino la mala noticia:
El inversor, movido por la necesidad de recuperar su dinero, va a la entidad y pone una orden de venta de sus participaciones preferentes, pensando todavia que no ha sido engañado..

Después de un par de semanas, que es cuando la mayoria se dá cuenta que algo va mal, el inversor acude a su entidad para pedir explicaciones..


Aqui viene la siguiente mala noticia:

No podemos ejecutar la orden de venta de tus participaciones preferentes, porqué no hay compradores.
En este punto, todos los inversores se dan cuenta de que han hecho una mala inversión, pero siguen ciegos y la mayoria continua confiando en su asesor financiero, que muy amablemente le dice que si espera unas semanas, logrará venderlas . Después de varias semanas, el inversor acude otra vez a su asesor financiero, (esta vez con mas conocimiento y menos confianza). Le pide la copia de la orden de venta y el numero ISIN de sus participaciones y se dan cuenta que la orden o bien no ha sido puesta nunca en ningun mercado, o solo ha sido puesto en un mercado interno de la entidad. Entonces es cuando comienza a cabrearse y pide que lo pongan también en el mercado secundario AIAF, donde cada día se cambian millones de Euros comprando y vendiendo este tipo de producto. El inversor comienza así una larga etapa de denuncias a At. al Cliente (que no resuelve nada) y se limita a contestar lo más tarde posible (max dos meses) con palabras que dan la culpa al inversor de haber invertido en un producto que no tiene liquidez y con mucha volatilidad.



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