PARTICIPACIONES
PREFERENTES:
¿Qué
son? ¿Cuál es el problema de las participaciones preferentes?
Las participaciones preferentes son
instrumentos financieros emitidos por cualquier sociedad que tienen unas
características especiales. Estas características son:
•
No otorgan derechos políticos al inversor
(voz y voto en la junta general).
•
La retribución pactada como pago de
intereses se condiciona a la obtención de beneficios por parte de la sociedad
emisora.
•
Son instrumentos sin vencimiento
determinado o indefinido, aunque el emisor se suele reservar el derecho de
cancelación a partir del quinto año.
En el caso
de concurso de acreedores, la posición del inversor se encuentra justo delante
de los accionistas si los hubiera.
Como vemos
por las características que tienen, se pueden definir como un producto híbrido entre la renta fija y
variable, dado que no son deuda exigible al no tener vencimiento
determinado como las obligaciones, pero tampoco se pueden considerar acciones
al carecer de lo derechos políticos intrínsecos de las mismas.
Esto es lo
que ha provocado los problemas, ya que estas inversiones no tienen ningún
respaldo ni legal ni económico.
Los
inversores, a causa de la información sesgada que recibían invertían creyendo
que de un deposito fijo se trataba.
En el
momento en el que quisieron recuperar su dinero,
vino la mala noticia:
El inversor, movido por
la necesidad de recuperar su dinero, va a la entidad y pone una orden de venta
de sus participaciones preferentes, pensando todavia que no ha sido engañado..
Después
de un par de semanas, que es cuando la mayoria se dá cuenta que algo va mal, el
inversor acude a su entidad para pedir explicaciones..
Aqui viene la
siguiente mala noticia:
No podemos ejecutar la orden de venta de tus participaciones
preferentes, porqué no hay compradores.
En este punto, todos los
inversores se dan cuenta de que han hecho una mala inversión, pero siguen
ciegos y la mayoria continua confiando en su asesor financiero, que muy
amablemente le dice que si espera unas semanas, logrará venderlas . Después de
varias semanas, el inversor acude otra vez a su asesor financiero, (esta vez
con mas conocimiento y menos confianza). Le pide la copia de la orden de venta
y el numero ISIN de sus participaciones y se dan cuenta que la orden o bien no
ha sido puesta nunca en ningun mercado, o solo ha sido puesto en un mercado
interno de la entidad. Entonces es cuando comienza a cabrearse y pide que lo
pongan también en el mercado secundario AIAF, donde cada día se cambian
millones de Euros comprando y vendiendo este tipo de producto. El inversor
comienza así una larga etapa de denuncias a At. al Cliente (que no resuelve
nada) y se limita a contestar lo más tarde posible (max dos meses) con palabras
que dan la culpa al inversor de haber invertido en un producto que no tiene
liquidez y con mucha volatilidad.
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